Técnicas forenses contra mafia forestal

Loreto conoce bien los estragos de la tala ilegal de madera. En marzo del 2012 el presidente de esa región, Yván Vásquez Valera, dijo: “Quisiéramos fiscalizar más la madera que sale de Loreto. Tenemos 38 mil hectáreas deforestadas por la tala ilegal, pero no podemos tener un mejor control porque no contamos con los recursos para hacerlo”.

La buena noticia es que ya se cuenta con avances que permiten un mejor control, a bajo costo. De hecho el análisis de ADN, que tanto sirve para detectar crímenes, puede también desentrañar los delitos ecológicos.

En el 2012 en Kuala Lumpur, Malasia, se propuso la estrategia de monitorear la maderera usando marcadores genéticos e isótopos estables, porque “los datos genéticos ofrecen un nivel de evidencia que no se puede impugnar. El ADN está presente en cada célula de la madera, por lo que los datos no pueden falsificarse”, según explicó Andrew Lowe, de la Universidad de Adelaida, Australia.

PODEROSA MAFIA

El Banco Mundial (BM) afirma que el negocio forestal ilícito representa hasta el 90% de la explotación maderera peruana y gran parte de su exportación, generando hasta 15 mil millones de dólares de plata sucia que corrompe a los más altos estamentos del gobierno.

Con tal cantidad de dinero bajo la mesa, no es extraño que la mafia forestal haga de las suyas.

PREOCUPACIÓN

En una reunión en Iquitos, investigadores, ingenieros forestales y conservacionistas revelaron a El Comercio su preocupación por el nivel de infiltración de tales mafias madereras dentro de todos los ámbitos de gobierno. Esto -nos dijeron- lleva a que las autoridades dilaten la instauración de programas de análisis de ADN, para detectar el centro de origen de la madera, y contrastar si procede de zonas de concesión a empresas formales.

Uno de los métodos más útiles para estos fines es el análisis de ADN. “Con esto se sabría la exacta procedencia de la madera”, explica un investigador que prefirió guardar su nombre en reserva.

BLANQUEO

En el 2012 la organización ambientalista estadounidense Environmental Investigation Agency (EIA) publicó: “La máquina lavadora: Cómo el fraude y la corrupción en el sistema de concesiones están destruyendo el futuro de los bosques del Perú”.

El informe señala que “los exportadores en peruanos e importadores en Estados Unidos y el resto del mundo están involucrados en un flujo sistemático de madera ilegal proveniente de la Amazonía peruana. Intencionalmente o por negligencia, cada uno de los actores y de las instancias involucrados en este sistema trabajan como piezas bien aceitadas de una maquinaria que está arrasando los bosques peruanos”.

Años antes, el Gobierno Peruano tuvo que admitir –ante la Embajada de Estados Unidos en Lima– la veracidad de la información de un ‘Wikileak’ (del 2006). Este informaba que la mayor parte de la caoba y otras maderas finas exportadas tenían origen ilícito y que muchos de sus certificados eran falsos. El gobierno sabía todo esto, como lo sabe ahora y sigue sin tomar acción.