Un muerto y un herido dejo la emboscada de los remanentes terroristas a una patrulla del Ejército Peruano en la comunidad de Ccentabamba perteneciente al distrito de Ayna – San Francisco, en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM).
Los hechos de Tutumbaru del pasado 05 de junio donde se reportó la incursión senderista en este campamento del Consorcio Vial Quinua que está encargada de los trabajos de asfaltado de la vía hacia el Valle del Río Apurímac y Ene (VRAE), tiene antecedentes en ciertos sucesos que se reportaron días anterior como el ingreso de un grupo de sediciosos a la comunidad de Putis (en las alturas de Lima) y la aparición de pintas en la carretera hacia Tambo, en la zona conocida como Apacheta; podrían darnos elementos que permiten suponer que existe capacidad de desplazamiento de las columnas senderistas en espacios territoriales en las cuales aun tienen amplio dominio, mientras tanto las estrategias de las fuerzas armadas así como las policiales se ven reducidas e ineficaces.
Una columna de 20 terroristas liderados por el camarada Alipio secuestraron a 18 trabajadores del Consorcio Vial Quinua, del campamento de la empresa ubicado en la zona de Tutumbaro, en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM).
En declaraciones a la prensa, el alcalde de Kimbiri, en el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), Guillermo Torres, manifestó su preocupación ante los recientes ataques de remanentes de Sendero Luminoso en la zona que -dijo- dañan la imagen del valle y que, en el caso de la zona en que se encuentra la Base Contrasubversiva de Tutumbaru, no se presentaban hace un buen tiempo.