La organización Save The Children anunció que intervendrá para aliviar la grave situación de abandono, miseria y peligro en la que encuentran los niños y adolescentes de Madre de Dios como consecuencia de la minería informal, la contaminación ambiental y la prostitución clandestina.
Diversas personalidades y autoridades nacionales e internacionales vinculadas a la lucha contra la trata de personas reafirmaron su compromiso de combatir desde sus respectivos ámbitos este delito, que es considerado como la nueva esclavitud.
El caso de la joven Jhinna Pinchi, la primera víctima de trata de personas que logró escapar de sus captores, y la primera víctima que se atrevió a contar en televisión el drama que le tocó vivir sin necesidad de ocultar el rostro, sigue dando que hablar.
Francisca Machare Ramírez, una de las testigos clave del caso de Jhinna Pinchi, falleció en una situación confusa: fue arrollada por el auto del individuo a quien denunciaba. Nadie investigó su muerte. La misma víctima, Jhinna Pinchi, sabe que la persiguen por las calles y hasta ahora recibe amenazas: las intimidaciones se lo han hecho llegar incluso a través de su familia. Madre de dos menores, Jhinna no cuenta con ningún tipo de protección por parte de las autoridades.
Niñas entre 12 y 15 años de edad fueron halladas en prostíbulos ilegales que funcionaban como bares, en un distrito del valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE). Según informó el noticiero “90 Segundos”, las menores habrían sido reclutadas en distintas partes del país.
El Programa Cuarto Poder de America Televisión presentó el caso de Jhinna, una joven tarapotina, quien se ha convertido en una nueva víctima de la trata de personas. Ella fue llevada con engaños a Piura para presuntamente trabajar como anfitriona, pero terminó siendo violada y forzada a prostituirse en la discoteca La Noche.
El director de la ONG CHS alternativo, Ricardo Valdés hizo un llamado a las autoridades, en especial a los miembros de la policía nacional, para que informen con mayor precisión sobre los casos de trata de personas a fin de que estos no sean confundidos por la ciudadanía con casos de prostitución.
Pese a que hay una orden de captura en su contra por los delitos de trata de personas agravada y violación sexual, un hombre de 57 años, identificado como Teófilo Apeña sigue ejerciendo su ilícita actividad en sus diversos negocios de Lima, San Juan de Miraflores y Pueblo Libre, como si nada.
El más reciente boletín de la ONG CHS Alternativo editorializa sobre la trata de personas y señala que ante esta amenaza, considerada como la esclavitud del Siglo XXI, los gobiernos locales tienen un rol muy importante que desempeñar.
Efectivos de la policía nacional intervinieron una supuesta casa de masajes, ubicada en la Plaza Grau que era utiliza como prostíbulo. En el lugar, se encontró a seis meretrices de las cuales dos eran menores de edad.