El jardinero infiel
El plan de gobierno original de Ollanta Humala se proponía una lucha frontal contra el narcotráfico bajo un “control social” de los cultivos de coca. La erradicación compulsiva era rechazada taxativamente. Cuando el candidato se corrió hacia el centro para ganar las elecciones, la famosa Hoja de Ruta omitió toda referencia a los procedimientos de la política antidrogas. En los mítines, sin embargo, siguió ofreciendo a los cocaleros que no habría erradicación. Por eso, cuando el 16 de agosto pasado Humala ordenó al ministro del Interior paralizar la destrucción de cultivos que se desarrollaba desde el mes de julio en Huánuco, no estaba haciendo otra cosa que cumplir lo que ofreció.