Compartimos declaración divulgada por el Comité Organizador Racismo Estructural, Xenofobia y Niñez dirigido a representantes del Estado, de la Organización de los Estados Americanos, de la sociedad civil y del sector empresarial en donde se alerta acerca de los daños que el racismo, la xenofobia y la discriminación causa en niños, niñas y adolescentes indígenas, afrodescendientes, migrantes y refugiados.
En los últimos años, más de 5,4 millones de personas han huido de Venezuela, producto de la grave crisis política, socioeconómica y de derechos humanos que atraviesa ese país. Más de un millón de estas personas llegó a Perú, y casi la mitad solicitó la condición de refugiado, convirtiendo a este país en el segundo destino de refugiados y migrantes venezolanos.
xisten casi 5.5 millones de venezolanos y venezolanas que han abandonado su país, la mayoría de los cuales se encuentran en la región latinoamericana. Y, desde que inició la pandemia originada por la COVID-19, alrededor de 120 000 personas han retornado a Venezuela, pero se prevé que por cada persona que vuelva a su país, habrá dos más que lo abandonarán.
El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) anunció el establecimiento de un nuevo mecanismo de financiamiento para asistir a refugiados, personas desplazadas y sus comunidades de acogida. Con ello se busca abordar la creciente presión que la afluencia de millones de personas ejerce sobre las zonas rurales que las acogen.
Alrededor de 150 vecinos de la localidad fronteriza de Iñapari (Madre de Dios), que resultaron seriamente damnificados tras las inundaciones que afectan la zona por el cambio climático, denunciaron abandono por parte de las autoridades regionales y el peligro de una epidemia de grandes proporciones.