La isla nunca ha estado tan silenciosa
La muerte de Fidel Castro ha despertado entre los cubanos una curiosidad sobre el futuro político, económico y social de Cuba; para muchos se inicia una nueva era aunque las riendas del país estén en manos de Raúl Castro hasta el 2018. Durante siete días he hablado con un centenar de cubanos para recoger sus impresiones y su sentir de este hecho histórico que pone a Cuba una vez más bajo los ojos del mundo. Hay conmoción e incertidumbre y también deseos de cambio; por otro lado, el paternalismo deslumbra cuando se habla de la educación y la salud pública del país, por eso hasta los jóvenes que no creen en la revolución han llorado la muerte de su máximo líder, y aunque los cubanos que viven en la isla reconocen esos logros, a la vez aspiran a dos modelos incompatibles como tener “lo mejor del capitalismo” y mantener “lo mejor del comunismo”.