La victoria de los antimineros de Cajamarca tendrá consecuencias funestas para el país. En un caso relevante, la mayor inversión en la historia del Perú, ha quedado demostrado que un grupo de líderes radicales puede mentir y engañar impunemente sin ser refutado y, propiciando acciones violentas con un saldo de muertos y heridos, puede salirse con la suya.
Por un periodo de treinta días, el Gobierno declaró en Estado de Emergencia a la provincia cusqueña de Espinar como una manera de hacer frente a los actos de violencia protagonizados por manifestantes antimineros y a fin de salvaguardar la seguridad de la población y el libre tránsito.
La muerte de dos personas y el secuestro de un fiscal por parte de manifestantes que se oponen a las actividades mineras de la empresa Xstrata Tintaya obligó al gobierno a declarar el Estado de Emergencia en la provincia de Espinar, en el departamento del Cusco.
El presidente del Consejo Aguaruna y Huambisa (CAH), Alexander Teets anunció que los días 14 y 15 de abril celebrará un congreso para ratificar su separación definitiva de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) y para renovar su actual junta directiva.
El ex ministro del Interior, Fernando Rospigliosi, afirmó que los enfrentamientos en Andahuaylas tras la frustrada mesa de diálogo con dirigentes antimineros, demuestra que el gobierno no tiene la capacidad suficiente para negociar, pese a que el nacionalismo decía que esa era su fortaleza.