Cuando los niños son mendigos (*)
“Juntos” paga a un padre de familia trescientos soles si su hijo termina el año, y doscientos más si ocupa un privilegiado lugar en el tercio superior. En una comunidad de personas muy pobres, no me atrevo a imaginar cómo se sentirá un niño que se ha perdido quinientos soles a fin de año porque acabó entre los últimos de su clase.