Corazón de Amazonas (*)
Un imponente sol y un camino envuelto en palmeras nos reciben. El cielo está limpio y algunos algodones que se asemejan a nubes parecen sonreír. Logramos divisar cultivos de arroz, maíz y café. De pronto, se abre paso la ciudad, con sus negocios, restaurantes y un ambiente acogedor típico de la población de la selva del país.