Procesos de movilidad circular

El Perú atraviesa dos flujos migratorios que son comunes en América Latina: de un lado, la población migrante venezolana, que hasta el año 2021 había alcanzado a 1.286.000 personas, convirtiéndolo en el segundo país con mayor llegada de personas venezolanas en la región[1], y, de otro lado, aunque en un número mucho menor -343 personas hasta el año 2019-, la población migrante haitiana que cruza el Perú, buscando un lugar que los acoja. Aunque de nacionalidades distintas ambos grupos de migrantes enfrentan los mismos problemas: han debido abandonar sus países de origen, debido a la crisis económica, política y social y, además, a causa de un desastre, como el caso de Haití. Y también enfrentan las mismas situaciones de vulnerabilidad a lo largo de su trayecto migratorio, como la seguridad alimentaria, la integración en la comunidad de acogida, el acceso a la salud y el empleo, así como un espacio para la vivienda.