Mujeres de los departamentos de Huánuco, Pasco, Huancavelica y Junín exhortaron a los partidos políticos que les brinden mejores ubicaciones en las listas de candidatos que presenten en las próximas elecciones regionales y municipales.
Diversas delegadas de Latinoamérica que aprovecharon el desarrollo de la 40ª Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se realiza en Lima solicitaron la defensa y respeto de los derechos sexuales y reproductivos de la mujer en la agenda de esta cita hemisférica.
La ingesta desmedida de alcohol y la adicción a diversos tipos de drogas, como la pasta básica de cocaína (PBC), son factores que están incrementando el número de casos vinculados a la violencia familiar y sexual en la región Madre de Dios, según un estudio del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (MIMDES).
Los indicen de mortalidad materna se redujeron significativamente, debido a que la mayoría de parejas, especialmente las mujeres, tienen mayor acceso a los métodos anticonceptivos modernos, afirmó Olga Prado, representante de la ONG Manuela Ramos.
Con el fin de combatir la trata de personas en Arequipa, diversas instituciones del departamento sureño, conformaron la Primera Red Regional de Veeduría Ciudadana, la cual tendrá como objetivo elaborar un plan de trabajo para enfrentar esta problemática.
Más de medio centenar de mujeres jóvenes y madres de familia de las diferentes juntas vecinales y localidades rurales del distrito, participaron exitosamente este fin de semana, en un singular curso público de manualidades organizado por la municipalidad distrital de José Crespo y Castillo y la organización Pinturas APU.
Las ciudades ubicadas en las cuencas cocaleras de nuestro país se están convirtiendo en lugares de alto consumo de drogas, especialmente en el caso de las mujeres, debido a la cercanía con los laboratorios para la producción de pasta básica de cocaína (PBC).
La directora ejecutiva de Capital Humano y Social, CHS, Andrea Querol, instó a la ciudadanía a denunciar los casos de trata de personas que ocurren en su comunidad, a fin de no convertirse en observadores pasivos de este delito, en el que la mayoría de víctimas son mujeres jóvenes de entre 14 y 30 años que son explotadas sexualmente.