En enero del 2013, en su discurso de apertura del Año Judicial y el primero de su mandato, el actual presidente del Poder Judicial, Javier Enrique Mendoza, ofreció uno de los discursos quizás más sobrios de los últimos años. Además de reconocer el trabajo de sus predecesores, ofreció un discurso de continuidad, agregando –al igual que sus pares anteriores- algunas líneas formales de defensa a la autonomía e independencia judicial. Seguidamente, distinguió dos etapas en su gestión: una primera etapa de 100 días y una segunda etapa que comprendía el conjunto de su bienio 2013-2014.