Las armas de los nativos del Vraem para luchar contra Sendero

Vestida de blanco, la hermana Hermila Duárez Montegro parece una palomita alrededor de la cual se juntan decenas de niños de diferentes comunidades nativas. Pequeños asháninkas, shipibos, yanishas, kakintes y nonachiguengas la quieren tocar. Ella les brinda mucho cariño. La aldea Niño Beato Junípero Serra –ubicada en Mazamari, en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem)– es un oasis que acoge 220 niños; buena parte de ellos viene de zonas donde hay violencia narcoterrorista.