Lo confirmé en la Biblioteca de San Isidro, junto a “La chalina de la esperanza” que Paola Ugaz, Morgana Vargas Llosa y Marina García Burgos han tenido que mudar a otra parte: No hay en el Perú una derecha liberal que dé igual importancia al crecimiento económico y a los derechos humanos. Fuerzas como Renovación (partido de Antonio Meier, el alcalde responsable de la censura), pero también el PPC, el fujimorismo, medio aprismo y los evangélicos de Lay no toleran que se hurgue en la muerte de las víctimas de la violencia política ni que se hable de derechos sexuales u otras libertades humanas. Su alianza con la religión y el militarismo, ‘la cruz y la espada’, les impide ponerse al día y colaborar con la reforma del Estado.