A fines de setiembre la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI) recibió dos informes. El primero daba cuenta de una interceptación radial, en que los terroristas que operan en la selva cusqueña coordinaban un posible ataque a un punto estratégico del consorcio Camisea. El segundo, basado en la inteligencia humana, advertía exactamente lo mismo. ¿Qué se hizo con ellos? Es un tema que se debería investigar.
El último atentado de Sendero en Kiteni, que destruyó tres helicópteros que servían para dar mantenimiento al gasoducto de Camisea, es una muestra más de cómo las columnas armadas que sobrevivieron la década de 1990 hace tiempo que han dejado de ser un fenómeno periférico y sin posibilidades reales de asestar algún golpe desestabilizador de verdaderos alcances nacionales. El gasoducto es un equivalente bastante cercano a una arteria aorta nacional y a lo largo de esa aorta ha venido paseándose y concentrando sus ataques con cada vez mayor asiduidad el terrorismo.
Un grupo de pobladores de la localidad de Alto Lagunas, integrantes de 18 familias que tuvieron que abandonar su territorio luego del violento accionar terrorista, retornaron a sus viviendas luego de permanecer durante tres meses alojados en el local del Gobierno Regional del Cusco, sede Kiteni.
El cuerpo del suboficial de la PNP César Antonio Vilca Vega encontrado en la zona de Alto Lagunas en Kiteni por su padre, Dionisio Vilca, llegó hace unos momentos a Lima en un avión Antonov que los trasladó desde el aeropuerto en el sector Las Malvinas en la provincia cusqueña de La Convención.
Hoy, a las 2:00 de la tarde aproximadamente, luego de una intensa y prolongada búsqueda por parte de las fuerzas del orden que costó la vida de otros tres efectivos, dos de la PNP y uno del EP, y dejó varios heridos, fue encontrado sin vida el suboficial César Antonio Vilca Vega. El referido suboficial fue hallado en una pequeña comunidad de Alto Laguna, en el distrito de Vilcabamba, provincia de La Convención, Cusco, por una comitiva en la que se hallaban su padre y los dos comuneros que le dieron los primeros informes del paradero.
Las inclemencias del tiempo y los constantes disparos de francotiradores terroristas, impidieron por casi 8 horas que los cuerpos de los soldados y policías heridos esta mañana, sean evacuados desde la zona de Catarata en el sector de Alto Inkari, hasta la base del Comando Unificado de las Fuerzas Armadas en Kiteni, ubicado en el distrito cusqueño de Echarati.
INFOREGION logró conversar con una pobladora de la comunidad de Chihuanquiri, lugar hasta donde llegaron los 36 secuestrados de Camisea, quien dio detalles del arribo a su comunidad, de las víctimas de Sendero Luminoso, tras caminar por más de siete horas.
El ministro de Defensa, Alberto Otárola Peñaranda, informó que este momento las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional vienen operando en la zona de Alto Kepashiato, en la provincia cusqueña de La Convención, para lograr el rescate de los rehenes que se hallan en poder de elementos terroristas.
En informe publicado hoy, el decano de la prensa nacional alerta sobre las nuevas rutas del narcotráfico para sacar la droga de los valles de producción como el Alto Huallaga y el VRAE. La investigación da cuenta del incremento de cultivos en La Convención , un 40 por ciento en los últimos diez años, afectando directamente a las comunidades nativas de la zona que denuncian incursiones armadas.
Una turba de manifestantes atacaron la base de la empresa Transportadora del Gas del Perú (TGP) y el aeródromo local en el centro poblado de Kiteni, en distrito de Echarate, provincia de La Convención, en el Cusco, según informó TGP en un comunicado en que señala que además los pobladores continúan arrojando piedras e intentan incendiar parte de las instalaciones de la empresa.