Empresa de palma aceitera crece gracias a programas de desarrollo alternativo

Juvenal Cabrera Salazar cambió su vida en 1999. El mismo año en el que Perú reducía sus hectáreas de hoja de coca a 38 mil 700 hectáreas. La vida de Juvenal tiene que ver mucho con esa coincidencia, cuando dejó el sembrío de hoja de coca por la producción de palma aceitera, un producto parte del programa de desarrollo alternativo de la ONU, que se logró implementar en el valle de Shambillo, en Aguaytía, Ucayali.