Sobran idiotas, faltan ideotas
El tránsito es imposible. La corrupción es estructural. La educación no lleva a ninguna parte. Es iluso aspirar a tener un juicio rápido y justo. Depender de un seguro público para atención médica es tortuoso y empieza a serlo también para los privados. Los costos e intereses bancarios especialmente en los créditos tienden al abuso. La ineficiencia en el gasto público es alarmante. La estabilidad y crecimiento económico dependen de la viada china y los estornudos financieros de Estados Unidos y Europa. La burocracia estatal asume que le hace un favor al público al que atiende. Cada licencia, permiso, contrato estatal, parece tener un costo ilegal que de no pagarse paraliza o deniega una actividad lícita. Los policías y militares en combate contra la delincuencia y el terrorismo tienen que mendigar vestimenta y raciones de comida decentes, armas y equipos modernos y adecuada protección de sus superiores.