Por un periodo de treinta días, el Gobierno declaró en Estado de Emergencia a la provincia cusqueña de Espinar como una manera de hacer frente a los actos de violencia protagonizados por manifestantes antimineros y a fin de salvaguardar la seguridad de la población y el libre tránsito.
El viceministro de Minas, Guillermo Shinno Huamaní, informó esta mañana que tras su visita a Cusco espera dialogar con los alcaldes distritales de la provincia de Espinar que sí desean el desarrollo en sus localidades, tras reafirmar que “detrás de los reclamos hay intereses políticos de pequeños grupos” de manifestantes.
Persisten varios conflictos sociales violentistas, en Aguaytía y Espinar por ejemplo, que demandan la acción urgente y responsable del Gobierno pero también de los dirigentes locales, para resolver los temas de fondo.
Pobladores de la provincia de cusqueña de Espinar iniciaron un paro indefinido contra la licitación del proyecto arequipeño Majes-Siguas II.
Las Fuerzas Armadas podrán intervenir en la provincia cusqueña de Espinar en apoyo a la Policía Nacional del Perú (PNP) en prevención de las acciones de violencia que puedan realizarse en dicha jurisdicción en donde se lleva a cabo una huelga indefinida en rechazo a la licitación del proyecto Majes Siguas II.
Desde hace una semana la provincia de Espinar se encuentra paralizada debido a una huelga indefinida que encabeza el Comité de Lucha, liderado por el dirigente Nestor Cuti. Las decenas de manifestantes se oponen a la construcción de la represa Angostura en Arequipa, que busca ampliar el proyecto Majes Siguas II, porque aseguran que esta edificación atentaría gravemente contra el medio ambiente, dejaría sin agua a la población y perjudicaría cualquier futuro proyecto agrícola.