La batalla de las dragas
La batalla de las dragas en Madre de Dios es fundacional. No es solo impedir que se siga destruyendo el bosque y contaminando los ríos. Es la batalla por el establecimiento allí del Estado Peruano, del Estado como cuerpo legal, como imperio de la ley. Madre de Dios es una tierra de frontera: allí domina el capitalismo salvaje, la ley del más fuerte, con la ayuda, paradójicamente, de licencias y concesiones que ha otorgado el propio Estado Peruano, sea por inconsciencia ecológica, sea por corrupción.