Modelando los peligros volcánicos
En nuestra vida diaria, vemos el uso continuo de modelos para estimar cómo sucederán ciertos eventos a futuro. Por ejemplo, cuando inició la pandemia por la COVID-19, veíamos a los analistas en las noticias explicar con gráficas y curvas cuántos contagios se esperaban en los próximos días o cuánto tiempo pasaría para tener vacunas. Los modelos matemáticos intentan demostrar situaciones lo más cercanas a la realidad; sin embargo, para lograr este objetivo, los científicos necesitan la mayor cantidad de datos posibles.