¿El fin de la supremacía del petróleo?
Una muestra de la sabiduría del refranero popular podríamos encontrarla, en cierta manera, en el conocido dicho “no hay mal que por bien no venga”, pues bien podría aplicarse a la crisis sanitaria que nos acontece, en el sentido de la forma en que ha precipitado la transición hacia fuentes de energía limpias, sostenibles y renovables, hecho que desemboca en un beneficio para la salud de nuestro planeta y por tanto la de todos sus habitantes.