A seis años del trágico desenlace en Bagua, las autoridades indígenas se han enfocado en la resolución de los procesos judiciales. En tanto, los pobladores exigen que se castigue a los verdaderos culpables y se les garantice la seguridad jurídica de sus tierras y la ejecución de una consulta previa eficaz.
El 5 de junio del 2009, la sangrienta refriega en la Curva del Diablo en Bagua quebró la precaria tregua en la Estación Nº 6 de Petroperú, en Imasita, cercada por una muchedumbre desde semanas antes. Durante ese periodo, el jefe de la estación, el Ing. Fernando Urízar, fue el interlocutor entre civiles y policías rehenes y manifestantes. En el asalto final, la turba ejecutó a 11 efectivos de la Dinoes, entre ellos, al comandante PNP Miguel Montenegro. A 4 años del trágico “Baguazo”, Urízar recuerda con amargura esas aciagas horas.
El Observatorio de Conflictos Socioambientales Amazónicos: Vigilante Amazónico presentará su Segundo Informe Semestral, que compila la propuesta de dos ordenanzas regionales de consulta previa impulsadas por las regiones de San Martín y Amazonas.
El Fuero Militar-Policial sentenció a los responsables operativos del enfrentamiento entre el pueblo indígena y la Policía Nacional del Perú, ocurrido el 5 de junio del 2009 y que dejó el saldo de 34 peruanos muertos en la Curva del Diablo, en Bagua, Amazonas.
El ex ministro del Interior Fernando Rospigliosi consideró que la situación que se observa un año después del llamado ‘baguazo’ deja ver que «la impunidad sigue campeando en el Perú», pues «prácticamente no hay responsables de lo ocurrido», es decir, de la muerte de 34 personas el 5 de junio de 2009 en la denominada ‘curva del diablo’, en la selva de nuestro país.
El ex congresista Luis Iberico opinó que, al cumplirse un año de los trágicos hechos de Bagua, los peruanos debemos reflexionar en cómo hacer para integrar a las diferentes naciones que habitan nuestro territorio, de tal forma que podamos hacer de esa diversidad una riqueza en lugar de un problema. El también candidato a la alcaldía de Lima dijo, asimismo, que los peruanos debemos preguntarnos qué estamos haciendo bien y que no, de cara a pensar en el futuro del país.
En Pichari, los cerca de 40 «prostibares» existentes en la denominada «Curva del Diablo» continúan colmando de inseguridad las inmediaciones debido a la presencia de parroquianos que salen ebrios de estos lenocinios y son protagonistas de escándalos o víctimas de asaltos por parte de sujetos de mal vivir. Esta situación se hizo patente en una nueva operación efectuada ayer lunes por el serenazgo municipal, los comités de autodefensa y el Ministerio Público.