Los prostibares de la denominada “Curva Maldita” invadieron los terrenos del Cementerio General de Pichari, en el valle de los de los ríos Apurímac y Ene (VRAE). Las cantinas y cuartos construidos por los dueños de los locales funcionan con normalidad frente y algunos encima de los nichos ante la pasividad de las autoridades y los pobladores de la zona.
El jefe de Seguridad Ciudadana de la municipalidad del distrito cusqueño de Pichari, Carlos Sánchez Uriol, denunció que numerosas mafias dedicadas a la trata de personas están captando con engaños a menores de edad de las comunidades nativas del VRAE para explotarlas sexualmente en los “prostibares”.
Las municipalidades de Kimbiri y Pichari están gestionando la formación de una compañía de bomberos voluntarios para sus respectivas jurisdicciones, cuya labor será brindar atención a las víctimas de accidentes en las carreteras y proteger las ciudades ante la amenaza de un incendio.