La intoxicación, el secuestro y la violenta violación en grupo de una niña de 16 años en Rio de Janeiro, Brasil es un llamado a cambiar el rumbo de la violencia en contra de las mujeres y niñas en Brasil y en todos los países del mundo. Su silencio se rompió cuando los hombres ostentosamente publicaron imagines de la violación, profundizando aún más su abuso al mostrar el cuerpo de la mujer al mundo, con la expectativa y confianza de recibir la aprobación de sus amigos, e impunidad. Este es el momento para que Brasil pueda romper esta confianza desde su núcleo y así reafirmar el poder de la ley y el respeto de los derechos humanos. Es el momento para la cero tolerancia de la violencia contra las mujeres y niñas.