El fenómeno delincuencial está muy extendido en el Perú desde hace muchos años. El Barómetro de las Américas, que compara las tasas delincuenciales a partir de encuestas de victimización en 26 países del continente americano –incluidos EEUU, Canadá, algunos países del Caribe y los 18 latinoamericanos–, nos ubica en los tres primeros lugares en 2012, 2010 y 2008. Hace ya varios años las tasas de victimización –que miden el porcentaje de la población que fue víctima de un delito el último año– da cuenta de que tenemos un problema serio sobre todo de delito callejero. Este es muy elevado, y eso implica que tengamos una percepción muy alta de la situación de delincuencia. Esa misma encuesta da cuenta de que encabezamos la tabla de posiciones en alta percepción en inseguridad. ¿Por qué? Porque la victimización es alta y porque nuestra confianza en la Policía y en los Serenazgos, que podrían eventualmente protegernos de esa situación, es muy baja.