Las Ballenas de la discordia

El fin de las audiencias orales en La Haya entre Australia y Japón en torno a la caza de ballenas en la Antártida pone sobre el tapete la importancia de proteger la biodiversidad en los océanos. Canberra acusa a Tokio de infringir la moratoria establecida en 1986 por la Comisión Ballenera Internacional (CBI) que prohíbe la caza comercial de ballenas. Tokio replica que se trata de una cacería “científica” supuestamente para prolongar la vida de dichos mamíferos. Paralelamente, 4,200 toneladas de ballena son platillo de lujo cada año en restaurantes orientales.