Tinta roja

El fin de semana pasado, Fernando Raymondi, un joven periodista que practicaba en la revista “Caretas”, fue asesinado en Cañete. Si bien una de las hipótesis es que habría sido víctima de un intento de robo en la tienda de su familia, el que los asesinos no se llevaran nada del negocio y el que el periodista hubiese estado investigando el sicariato en Cañete hacen que su muerte sea por lo menos sospechosa. Raymondi, después de todo, estaba pisando terreno minado al querer investigar e informar sobre un tema en el que, muchas veces, ni las propias autoridades se detienen. Un tema que involucra a delincuentes que están dispuestos a sacar del camino a quienes se inmiscuyan en sus asuntos.

Deficiente actuación policial en investigación de asesinato de periodista

La Policía de la División Policial de Cañete, a cargo del Coronel PNP Miguel Angel Nuñez Polar, tardó dos horas en llegar a la escena del crimen. Ocho horas después del asesinato, cuatro efectivos de la División de Homicidios de Lima llegaron a la vivienda donde se velaban los restos del periodista. Los operativos para la captura de los delincuentes recién empezaron el lunes 10, a las 6 de la mañana. Cinco sospechosos han sido detenidos, quienes vienen siendo investigados para confirmar su participación en el asesinato.