El terrorista Alexander Alarcón Soto (a) «Camarada Renán» fue trasladado hoy a las 8 de la mañana desde Pichari, en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) hacia Lima con un fuerte resguardo militar.
Según información policial, presuntos narcoterroristas en los últimos días hostigaron de forma consecutiva bases militares contra terroristas ubicados en el valle de los ríos Apurimác, Ene y Mantaro (VRAEM).
La presidenta ejecutiva de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas, Carmen Masías Claux, señaló que la caída de los cabecillas senderistas Martín Quispe Palomino, alias «Gabriel», y Alejandro Borda Casafranca, alias “Alipio», facilitará mucho el trabajo de erradicación que se efectuará en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem).
Como era previsible, después de la muerte de ‘Alipio’ y ‘Gabriel’ el grupo terrorista se ha replegado –al igual que en la década de los 90– a las montañas del Vizcatán, exactamente al mismo lugar del cual se nos informó, después de la infausta operación Excelencia 777 de 2009, que ya había sido recuperado por las fuerzas del orden. La temporada de lluvias comenzará en pocas semanas más, por lo que es fácil prever que ‘José’ permanecerá en esta zona por un largo tiempo más.
La «camarada Olga» sería Tarcela Loya Vílchez, de 45 años, nacida en la comunidad de Tambobamba, en el distrito de Ayahuanco, en la provincia ayacuchana de Huanta.
El artículo que escribo puede parecer extemporáneo, pues la muerte de tres narcoterroristas abatidos en el Vraem ocurrió el domingo 11. El tema ha sido abordado reiteradamente en los medios periodísticos, pues se ha logrado poner fuera de combate a dos mandos de gran importancia cuyos alias son ‘Alipio’ y ‘Gabriel’.
Una gorra roja fue el señuelo. El informante de la Policía debía ponérselo cuando los líderes terroristas ‘Alipio’ y ‘Gabriel’ se encontraran dentro de su casa en la localidad de Pampas, en Llochegua, en la provincia ayacuchana de Huanta.
La muerte de los cabecillas ‘Alipio’ y ‘Gabriel’ y un miembro de la seguridad de ‘Alipio’, el denominado ‘Alfonso’, ha sido sin duda un éxito importante en la lucha contra el narcosenderismo. Luego de las felicitaciones y de las múltiples palabras de optimismo, quedan, sin embargo, algunos temas de fondo que preocupan. Mencionaré solo cuatro:
El grupo terrorista que opera en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) repartieron volantes en los distritos huantinos de Sivia y Llochegua amenazando a la población por la muerte de los mandos militares ‘Alipio’, ‘Gabriel’ y ‘Alfonso’.
Después de nueve años de inacción, las Fuerzas Armadas retomaron la lucha contra el terrorismo en el Vraem en agosto de 2008. Como el objetivo era tener el control territorial, especialmente del Vizcatán, la estrategia se centró en instalar bases contraterroristas con soldados que prestaban el servicio militar voluntario. Con ellos se empezó a realizar patrullajes de reconocimiento e, inclusive, se lanzó un intenso fuego aéreo contra supuestos campamentos terroristas en los ríos Mantaro y Ene.