Debido a que siete de cada 10 peruanos se encuentra ansioso, estresado y deprimido por la pandemia del COVID-19, el Instituto Guestalt de Lima (IGL) recomendó que cualquier campaña comunicacional del Gobierno debería tener como punto de partida la salud mental del público, tomando en cuenta las emociones y sus motivaciones reales al cambio de comportamiento. Así lo dio a conocer el psicólogo y psicoterapeuta, Manuel Saravia Oliver, director del IGL, quien recordó que “no se trata solo de apelar a la culpa, la complicidad, el castigo social o el miedo mediante spots. En la campaña hay que asegurarse de que las personas entiendan bien el mensaje aterrizando con estrategias comunitarias, ya que cuando tenemos miedo por lo general nos bloqueamos, huimos o enfrentamos”.
El especialista consideró un error centrarse en algunas situaciones disruptivas, ya que la campaña debería ser para todos. “La campaña no reconoce y premia al que se porta bien. No debería ser ‘si te visito te mato’, sino más bien transformar al ‘porque te quiero me alejo de ti’. No es un momento para generar divisiones, sino más unión y fortalecer conductas positivas como sociedad”. Saravia exhortó a “reforzar conductas positivas y construir mensajes pensando en el grueso de la población que si ha seguido las normas, más allá de algunos casos de desobediencia a las normas e irresponsabilidad”.
El foco: Salud mental
Las acciones comunicacionales deben tener en cuenta la salud mental tras casi seis meses de restricciones y cambios emocionales del público, donde se ha alterado las dinámicas personales, familiares, laborales y de pareja para desde allí cambiar percepciones, actitudes y conductas de riesgos. “Hay que sensibilizar sin culpabilizar porque se puede generar el efecto inverso. La campaña debe tener objetivos medibles, realistas y con resultados a corto y mediano plazo a efectos de evitar más contagios y muertes por el coronavirus”, acotó.
“El público objetivo de esta campaña (los jóvenes) han perdido seres queridos, oportunidades de estudio, empleo, tienen miedo a contagiarse o que muera alguien de su entorno, incertidumbre sobre su futuro y estrés. La campaña debe tomar en cuenta todos estos factores para ser exitosa”, señaló. Las teorías del comportamiento y los modelos de cambios conductuales proceden en gran parte de la psicología y contemplan factores sociales asociados a las emociones, los hábitos y las rutinas. “No basta sólo con informar y aconsejar a los jóvenes de los riesgos, sino que es necesario ver cómo se desarrolla y modifica sus conductas. Los modelos conductuales tienen por objeto ayudarnos a comprender el comportamiento e identificar los factores subyacentes que influyen en el mismo”, dijo.
Saravia enfatizó que la pandemia de Covid-19 ha provocado una crisis de salud mental a una escala que nunca antes habíamos visto. “La Organización Mundial de la Salud ha reportado que la depresión, la ansiedad, el estrés y la violencia doméstica son una pandemia silenciosa sin precedentes”, precisó. Uno de los grandes problemas de la atención en salud mental que enfrenta el Perú y América Latina en general es que no existen suficientes psiquiatras y psicólogos para atender a las personas con enfermedades mentales y los que hay están ubicados en las grandes ciudades, lo cual dificulta el tratamiento, informó el IGL a INFOREGIÓN.