Sociedad civil y agricultores deben exigir al Estado que transgénicos no ingresen al país

El ministro del Ambiente, Antonio Brack, sostuvo que las asociaciones de agricultores y todos los ciudadanos interesados en el tema deben manifestar al ministro de Agricultura, Carlos Leyton, y al propio presidente Alan García su oposición al ingreso de organismos genéticamente modificados o transgénicos a nuestro país.


 


Durante su participación en la inauguración del seminario “Semillas de Diversidad vs. Transgénicos”, el reconocido ecólogo dijo que se debería enviar miles de cartas a la sede el Ejecutivo y a la del sector Agricultura para que las autoridades vean el rechazo que existe contra las semillas manipuladas y patentadas por compañías transnacionales.


 


“Tenemos que trabajar nuestros recursos genéticos y que el Palacio de Gobierno y el Ministerio de Agricultura se inunden de cartas para que sientan que estamos haciendo algo”, reclamó.


 


En ese sentido, señaló que los reclamos hechos mediante páginas web tiene poco alcance, por lo que invocó a los defensores de los productos no modificados a hacerse escuchar, más aún cuando pronto se va a discutir el reglamento de bioseguridad.


 


Deben prohibirse productos transgénicos que atenten a la biodiversidad


 


Más adelante, el ministro Brack consideró que, de no conseguirse la prohibición del ingreso de transgénicos al país, al menos debe limitarse el cultivo de aquellos organismos modificados que pongan en riesgo la biodiversidad peruana. 


 


“Tenemos que ser conscientes de que el Perú es uno de los países con más larga tradición en biotecnología, 10 mil años, cuando menos”, estimó al recordar las 182 especies de plantas domesticadas y las miles de variedades de papas que los antiguos peruanos nos legaron.


 


“Gracias a esa tradición grandísima, el Perú tiene ahora en un lado de la balanza cuatro mil quinientas plantas nativas de uso conocido por nuestras comunidades andinas, amazónicas, costeñas, 182 especies de plantas domesticadas, decenas y miles de variedades, y en el otro platillo (de la balanza), tenemos cuatro o cinco especies o variedades de plantas genéticamente modificadas patentadas por alguna empresa que viene hoy día a ofrecernos diciendo: Perú, si tú no abres las puertas a los transgénicos, tu gente se va a quedar pobre, no va a ser moderno”, refirió.


 


Finalmente, Brack indicó que “debemos hablar menos de los organismos genéticamente modificados y más de nuestros recursos genéticos”. “Nosotros no somos ni Australia, ni Estados Unidos de Norteamérica, nosotros somos un país que es un banco genético del mundo y hemos recibido en el pasado todos estos recursos, los tenemos que conservar nosotros y transmitir a las generaciones futuras”, opinó.