Los sistemas de alerta temprana (SAT) son el conjunto de capacidades, instrumentos y procedimientos articulados para generar y difundir información de alerta de manera oportuna. En el Perú, la supervisión del cumplimiento de los lineamientos para la conformación y funcionamiento de los SAT está a cargo del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci).
Las instituciones técnico-científicas como el Instituto Geofísico del Perú (IGP) desempeñan un rol fundamental en la implementación de los SAT, principalmente en lo concerniente en dos de sus cuatro componentes: (1) Conocimiento de los riesgos y (2) Seguimiento y Alerta. En esa línea, el IGP, por encargo del Estado peruano y en concordancia con las funciones que le han sido asignadas, viene desarrollando e implementando sistemas de alerta temprana en el país para tres fenómenos naturales: sismos, huaicos y erupciones volcánicas.
Sistema de alerta temprana de sismos
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ya asignó el presupuesto para la implementación de este sistema, cuyas instituciones responsables son el IGP y el Indeci. Este 2020, el IGP iniciará la instalación de 106 sensores sísmicos a lo largo de la costa del país, además de entablar conversaciones con diferentes municipios e instituciones para la firma de los convenios necesarios en el marco de la instalación de estos equipos.
“Las estaciones serán instaladas a una distancia de entre 30 y 40 km una respecto a otra. Desde Tumbes hasta Tacna, existirá instrumentación capaz de registrar la ocurrencia de sismos de gran magnitud, ello con la finalidad de advertir a las poblaciones de las ciudades costeras el arribo de las ondas sísmicas. El simulacro ante sismos del 31 de mayo del próximo año debe realizarse empleando ya este sistema para el caso de la ciudad de Lima”, precisa el Dr. Hernando Tavera, presidente ejecutivo del IGP.
Sistema de alerta temprana de huaicos
Este tipo de peligro es muy recurrente en época de precipitaciones en diversas regiones del país. Por ello, investigadores del IGP formularon años atrás ante Innóvate Perú, del Ministerio de la Producción, el proyecto denominado“Diseño e Implementación de un Sistema de Alerta Temprana basado en un estudio Geológico y Modelamiento Computacional de flujos aluvionales para la prevención de desastre”.
En virtud de este proyecto, se ha podido diseñar un sistema de alerta temprana de bajo costo que ha dado buenos resultados en las quebradas Huaycoloro y Río Seco en Lima. Con estas experiencias, el IGP ha invitado a los gobiernos locales y regionales a trabajar conjuntamente para implementar este tipo de tecnología en las quebradas que representan mayor peligro para la población.
“El Estado ha otorgado a los gobiernos locales y regionales los mecanismos legales y presupuestales para trabajar articuladamente con las instituciones técnico-científicas, como el caso del IGP. El sistema de alerta temprana de huaicos puede implementarse en un plazo de 3 meses una vez finalizados los estudios previos de reconocimiento de la quebrada en cuestión”, detalla el Dr. Tavera.
Sistema de alerta temprana de erupciones volcánicas
Este es uno de los proyectos más ambiciosos desarrollados por el IGP y el Estado peruano en los últimos años. A través del proyecto de “Mejoramiento y Ampliación del Sistema de Alerta Volcánica en el Sur del Perú”, el IGP ha instalado instrumentos geofísicos en los 12 volcanes activos de mayor riesgo para la población de las regiones de Ayacucho, Arequipa, Moquegua y Tacna.
A diferencia de los sismos que no pueden ser predecidos, las erupciones volcánicas producen señales precursoras que se manifiestan con semanas y meses de anticipación, tales como el aumento del número de sismos, incremento del volumen y frecuencia de emisiones fumarólicas, variación de temperatura de las fuentes termales próximas a los edificios volcánicos, entre otras.
Un ejemplo claro de este pronóstico eficaz fue la comunicación oportuna proporcionada por el IGP durante el último proceso eruptivo del volcán Ubinas. Aunque los tiempos de advertencia son relativos debido a factores propios de la dinámica del magma, el IGP, a través del Centro Vulcanológico Nacional (Cenvul), advirtió el 18 de junio de 2019, con 6 días de anticipación, que el Ubinas presentaba variaciones en su actividad vinculadas a un nuevo proceso eruptivo, cuya mayor fase de actividad explosiva reciente ocurrió el 19 de julio 2019.
“El monitoreo en tiempo real de la actividad del Ubinas fue clave para identificar las primeras señales vinculadas a la erupción de 2019. Con la instrumentación que funciona en tiempo real en 12 volcanes activos, estamos en la capacidad de identificar estos cambios y realizar una inmediata comunicación al Indeci y a los gobiernos regionales y locales”, concluye el Dr. Tavera.