Dos sicarios del narcotráfico asesinaron de siete balazos, la noche de ayer sábado 13 de junio, al abogado Francisco Eduardo Núñez Peña, de 61 años, en la puerta de su casa en el distrito de Pueblo Libre, crimen que según la Policía tendría como móvil la venganza por no haber podido reducir la condena de uno de sus patrocinados, un narcotraficante.
El hecho de sangre se produjo al promediar las 8.40 de la noche en el frontis de su vivienda, ubicada en la calle Las Antillas 125. Los dos sujetos interceptaron el vehículo del letrado cuando llegaba de trabajar.
Según algunos testigos, cuando el penalista se disponía a estacionar su auto Toyota Yaris CQB-533 en el garaje, fue interceptado por desconocidos que se desplazaban en un Toyota Tercel de color verde.
El hombre de leyes no tuvo tiempo para nada, pues en forma simultánea, dos sujetos que bajaron de una motocicleta lo acribillaron sin piedad para luego huir hacia la avenida La Marina.
Poco después de perpetrado el hecho, Johnatan Núñez Arce, de 27 años, hijo de la víctima, salió de su casa desesperado y encontró a su padre desangrándose. Inmediatamente lo condujo a la Clínica Peruano- Japonesa, donde falleció.
Abogado había defendido a varios narcotraficantes
Durante su ejercicio profesional, Francisco Núñez Peña, ex teniente de la PIP, había defendido a varios capos del narcotráfico como Fernando Zevallos y Lucio Tijero Guzmán “El Ingeniero” cuando fue detenido en 1994.
También fue abogado de Carlos Enrique Cárdenas Guzmán, ‘Mosquita Loca’, hijo de Guillermo Cárdenas Dávila, ‘Mosca Loca’, uno de los principales narcotraficantes del país durante los años 70 y 80.
Asimismo, a fines de mayo último, Núñez Peña logró que mediante hábeas corpus obtuvieran su libertad el comandante PNP Guillermo Villar Egúsquiza y el capitán PNP Alex Arrué García, detenidos por supuestamente extorsionar al narcotraficante español Jesús Florida Rey.
Del mismo modo, el fallecido abogado fue defensor del teniente EP (r) José Áybar Cancho y del narcotraficante israelí Zeev Chen, cabecilla de la banda “La Estrella de Israel” que traficaba cocaína de Perú a Medio Oriente.
Cabe precisar que la Policía ya tendría pistas de los autores intelectuales. Los agentes no descartan que los asesinos hayan sido traído sicarios del extranjero para asegurar el ‘trabajo’.
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