Una vez más, en menos de cuatro días, la acción criminal de sicarios enlutó otra familia en el Alto Huallaga. Un comerciante fue asesinado en su domicilio por dos sujetos que llegaron hasta el lugar a bordo de una motocicleta, simularon ser clientes y se acercaron a él para dispararle dos balazos a quemarropa.
El hecho ocurrió aproximadamente a las 8:15 de la noche del lunes, cuando Aurelio Ventura Garay, de 34 años, se encontraba en su negocio de combustible, en el óvalo de Pumahuasi, 17 kilómetros al norte de Tingo María. Según su esposa, Ana Atencio Chogas, escuchó a los sujetos llegar en una motocicleta, pidieron dos cigarrillos y luego sonaron los disparos.
La mujer salió despavorida para ver qué había pasado sin percatarse que su esposo yacía en el suelo. Le preguntó a su vecina sobre lo que había ocurrido, pero al voltear la vista hacia su tienda se dio cuenta que la víctima de los disparos había sido su esposo.
De inmediato llamó a la policía, que llevaron al hombre al Hospital de Tingo María. El médico Percy Naveda, que se encontraba de guardia, solo pudo certificar la muerte a causa de una herida de proyectil de arma de fuego en el cráneo y otro en el muslo.
La versión de la mujer indica que el asesinato se debe a la envidia que le tenían los comerciantes cercanos a la víctima. La policía investiga el hecho que ha preocupado a la ciudadanía tingalesa debido a la facilidad con que actúan los sicarios en la zona.
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