Sí vale la versión de *Vaticano* contra Montesinos

La Corte Suprema tiene la oportunidad de rectificar la absolución por narcotráfico que dictó la Segunda Sala Especial Penal de la Corte Superior a favor de Vladimiro Montesinos Torres, y por lo tanto debe valorar mejor el testimonio de Demetrio Chávez Peñaherrera (a) «Vaticano» contra el ex asesor presidencial, señaló la procuradora antidrogas Sonia Medina Calvo.


 


«Se trata de un testigo excepcional a quien justamente por denunciar los sobornos que entregaba a Montesinos casi le cuesta la cabeza», dijo Medina.


Sonia Medina precisó que todavía no está perdido el juicio contra Vladimiro Montesinos por los US$ 50 mil que le abonaba a «Vaticano» por usar la pista clandestina de Campanilla, porque tanto el Ministerio Público como la Procuraduría Ad Hoc han interpuesto un recurso de nulidad.


 


«Espero que ahora que el caso Campanilla ha pasado a revisión la Sala Suprema tenga mayor tino y disponga un nuevo proceso en el que se permita demostrar que evidentemente Montesinos estuvo vinculado con el narcotráfico, porque no sólo se trata de la declaración de *Vaticano*», expresó la procuradora antidrogas.


 


Por su parte, Antonio Maldonado, ex procurador del caso Fujimori-Montesinos, explicó que antes de descartar el testimonio de Demetrio Chávez Peñaherrera, las autoridades judiciales deben tomar en cuenta el contexto en que Vladimiro Montesinos cometió los hechos que le atribuye «Vaticano».


 


«En el periodo en que *Vaticano* dice que le pagaba sobornos a Montesinos, el Ministerio Público y la policía antidrogas estaban capturados por el gobierno de Fujimori y su ex asesor», explicó Maldonado: «Las únicas instituciones que podían aportar pruebas sólidas estaban totalmente controladas por el gobierno. El escenario de impunidad fue pulcramente preparado por los que intervinieron en la actividad criminal. Nosotros hicimos los esfuerzos para ubicar los medios de prueba pero era muy difícil porque se trataba de hechos ocurridos hace muchos años».


 


Sin embargo, Maldonado reconoció que una evidencia de que «Vaticano» estaría diciendo la verdad es que después que declaró públicamente que pagaba un soborno de US$ 50 mil mensuales a Montesinos, agentes del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) lo sometieron a torturas hasta obligarlo a cambiar de versión. Empero, luego de este incidente, Chávez Peñaherrera mantuvo su versión de las coimas a Montesinos para que le permitiera operar una pista de aterrizaje clandestina en Campanilla, Alto Huallaga, para exportar droga.