Con la finalidad de comprender el impacto del cambio climático registrado y pronosticado sobre los recursos naturales de los ecosistemas de montañas y desiertos, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado, SERNANP, a través de la Reserva Nacional de Lachay, realizará entre el 20 y 21 de noviembre el “Primer Curso Taller sobre Cambio Climático en el caso de las Lomas Costeras”.
El curso, que se desarrollará en las instalaciones de la Reserva Nscional de Lachay (kilómetro 105 de Panamericana Norte), está dirigido a gerentes de Recursos Naturales, gerentes de Desarrollo Económico y técnicos que conforman dichas gerencias, así como a profesionales de diferentes universidades del país y a estudiantes universitarios.
En esta oportunidad habrá participantes procedentes de la Universidad Nacional Agraria de La Molina, la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y la Universidad Peruana Cayetano Heredia. También asistirán autoridades y profesionales de la Universidad Nacional San Agustín de Arequipa, la Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann y la Universidad de Princeton de los Estados Unidos.
El curso brindará un panorama amplio de la temática del cambio climático global y sus diversos aspectos, tanto climatológicos como históricos, medioambientales, socio económicos y políticos con especial referencia a ecosistemas de montañas y desiertos.
Esta visión general y su análisis del cambio climático, como fenómeno que se ha incrementado a consecuencia del calentamiento global del planeta y debido al aumento de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Todo esto a causa de la acelerada industrialización, la quema de combustibles fósiles para generar energía y la deforestación.
Lachay es un ecosistema que ha sido impactado negativamente durante muchísimos años, y quedan aún vestigios de estos impactos. Por ello, el interés de promover la recuperación del área desde 1977 con la creación de la Reserva Nacional de Lachay. El nombre de las Lomas de Lachay parece provenir de la palabra quechua ‘llachu’ que significa “lugar cubierto de neblinas”. A la zona se le dio este nombre porque su existencia depende de la presencia estacional de densas nieblas.