LIMA. Los días 23 y 30 de marzo, a través de la Resolución n.º 00079-2023 y n.° 000088-2023 MIDAGRI-SERFOR-DE, se excluyó de la Lista Sectorial de Ecosistemas Frágiles a las lomas de Carabayllo, Amancaes y Villa María, dejando desprotegidas miles de hectáreas que dependen de esta categoría para no ser destruidas por invasiones, minería informal y tráfico de terrenos.
Ante ello, las organizaciones de defensa de los ecosistemas frágiles, tales como la Red Lomas del Perú y la sociedad civil, exigieron que la decisión se revierta de inmediato. Pues, si bien dichos ecosistemas se encuentran protegidos mediante el Decreto Supremo Área de Conservación Regional (ACR) Sistema de Lomas de Lima, el cual contribuye a su conservación, este tipo de norma no contempla la categorización de ecosistemas frágiles al total de hectáreas de las lomas mencionadas.
Por lo tanto, una gran cantidad de áreas aún continúan en peligro y expuestas a la destrucción por parte de mineras informales, inmobiliarias y traficantes de terrenos, y, al mismo tiempo, coloca en riesgo a sus defensores ambientales.
En ese sentido, la demanda fue atendida por el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), a través del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), y el día sábado 1 de abril anunció la próxima suspensión de la exclusión. Para ello, se conformó un grupo de trabajo, con la participación activa de la ciudadanía involucrada en esta causa, para optimizar la protección de los tres ecosistemas frágiles.
Este grupo deberá proponer, en un plazo de 90 días, las acciones y medidas idóneas para garantizar la conservación de las lomas costeras. Al respecto, Jaime Chipana, coordinador del Colectivo Lomas del Sur, el cual agrupa a más de 60 personas pertenecientes a instituciones, organizaciones y municipios que participan en las mesas de trabajo con Serfor, conversó con Inforegión y advirtió que la suspensión de la exclusión aún no ha sido rectificada.
“Al enterarnos conformamos un grupo y nos acercamos a Serfor para abrir una mesa de trabajo, forzada por la sociedad civil. Ahí, se establecen varios puntos, uno de ellos es que Serfor debía hacer la rectificación y para ello nuestra fecha propuesta era hasta el 11 de abril, pero ahora se ha prolongado a 90 días”, indicó.
En esa línea, también se espera que se active e implemente el Protocolo de Actuación Interinstitucional para Gestionar y Proteger los ecosistemas incluidos en la Lista Sectorial de Ecosistemas Frágiles, para proteger las lomas costeras. Esto debido a que, en el caso de las Lomas de Carabayllo, solo está protegida el 24% de su área total, es decir, apenas 426 hectáreas de las 1765.67.
Como parte de este protocolo, el Serfor debe comunicar a las comisarías de las zonas información técnica acerca de las condiciones de uso de los recursos forestales y de fauna silvestre autorizadas para evitar delitos, como el tráfico de tierras. Sin embargo, Chipana señala que la herramienta de gestión actualmente no se implementa.
“Es una herramienta que bien usada por las instituciones cautelares debería contribuir a la protección de estos ecosistemas, pero no tienen el conocimiento. El protocolo es relativamente eficiente, el tema es que la información no ha llegado a las comisarías, entonces es la sociedad civil la que tiene que hacerle acordar a estas instituciones que existe el protocolo y ahí recién accionar, cuando en realidad esta es una responsabilidad del Gobierno”, advierte.
El Serfor precisa que, para que un ecosistema esté incluido en la Lista Sectorial de Ecosistemas Frágiles, este debe tener áreas íntegras que contengan núcleos de biodiversidad, con presencia de especies amenazadas y provisión de servicios ecosistémicos, entre ellos el agua y otros recursos.