Sendero Luminoso provocó muerte de 60 mil peruanos y pérdidas de más de 15 mil millones de dólares

El experto en temas narcotráfico y terrorismo Rubén Vargas, recordó que un día como hoy hace 30 años – el 17 de mayo de 1980 – el grupo subversivo Sendero Luminoso inició sus acciones de violencia que trajeron como consecuencia la muerte de 60 mil peruanos y pérdidas económicas de más 15 mil millones de dólares para el país.

“Una fecha como hoy hace ya tres décadas atrás nació públicamente un grupo terrorista conocido como Sendero Luminoso, en realidad es el Partido Comunista del Perú, que bajo la ideología marxista maoísta sembró terror y destrucción. Después de tres décadas de esta insanía hay que recordar para no olvidar que ese grupo terrorista ocasionó la muerte de más de 60 mil peruanos y en términos económicos el equivalente a nuestra deuda externa, más de 15 mil millones de dólares», recordó.

En conversación con el noticiero Diálogo Ciudadano, de INFOREGIÓN en el VRAE, el experto comentó que las acciones del grupo terrorista también ocasionaron «el atraso, la destrucción de todo el aparato productivo del país y la desarticulación social, porque asesinó especialmente a dirigentes y líderes sociales que no comulgaban con su ideología terrorista».

«Originó que el Perú se convirtiera en una especie de país leproso frente a sus vecinos y a la comunidad internacional, porque estuvimos tan sumidos en la violencia, la destrucción y la muerte, que en términos económicos y de relaciones internacionales nos veían como un país absolutamente inviable, como un país a punto de desmembrarse. Se pensaba que el Perú como un proyecto país que estaba llegando a su fin”, recordó.

«Uno de los días más oscuros de la historia del Perú»

Rubén Vargas consideró asimismo que el 17 de mayo de 1980 es uno de los días más oscuros en la historia del Perú, debido a toda la violencia que generó Sendero Luminoso y que -dijo- pretenden seguir provocando sus facciones que están en el valle de los ríos Apurímac y Ene y en el Alto Huallaga.

En esa línea, el analista añadió que esta situación de violencia generó la reacción de las Fuerzas Armadas con los casos de violación a los Derechos Humanos que la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) dio a conocer al país.

El especialista cuestionó más adelante que las autoridades se negaran -en un primer momento- a aceptar que en el Perú existían zonas liberadas donde actuaba el terrorismo, como el VRAE y el Huallaga, «pero pronto la realidad les demostró que existen zonas en las que ni siquiera las Fuerzas Armadas pueden ingresar sin ser atacadas».

«Sendero aún podría poner a la democracia en jaque»

Más adelante, el especialista consideró que si bien Sendero Luminoso no representa una amenaza inmediata, si la lucha antisubversiva sigue desarrollándose igual que hasta ahora, el terrorismo «va a crecer y como en los ochenta va a poner en jaque a la democracia en nuestro país».

«Hay que tener muchísimo en cuenta (esto)y no subestimarlo porque precisamente por subestimar a estos criminales es que en los dos últimos años han ocasionado muertes en nuestras fuerzas del orden”, indicó.

En ese sentido, lamentó que no se haga nada para combatir el componente político de Sendero Luminoso que se ha puesto de manifiesto en la penetración del grupo armado en la Universidad San Cristóbal de Huamanga.

«Lo que está ocurriendo en la Universidad San Cristóbal de Huamanga es típico de cómo Sendero Luminoso capta a estudiantes descuidados que no tienen mayor referente teórico de lo que significa la democracia. Es terreno donde se cultiva fácil esa ideología. Significa que Sendero del VRAE no solo está en la selva ayacuchana sino también en instituciones importantes como son las universidades», agregó.

«Terroristas no son guachimanes del narcotráfico»

Finalmente, el analista reiteró que es un error simplificar a Sendero Luminoso como un grupo de «guachimanes y sicarios del narcotráfico», pues es muy peligroso no reconocer la verdadera magnitud del problema.

“Ellos (los terroristas) siguen con sus intenciones políticas. De lo contrario, no tendrían la necesidad de captar a dirigentes universitarios o atacar a las bases contrasubversivas», recalcó.

«Simplemente si nos dejamos llevar por calificaciones poco serias, vamos a seguir llorando más muertos porque los senderistas conocen más de guerra de guerrillas y de baja intensidad que muchos de los generales que dirigen la lucha antisubversiva”, precisó.