El cerro Judas, en la zona del Vizcatán en el VRAE, fue el punto desde donde terroristas de Sendero Luminoso pertenecientes a la facción «Proseguir» dispararon con lanzacohetes RPG contra el helicóptero MI – 17 de la Fuerza Aérea del Perú en el que se encontraban el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Francisco Contreras, y dos periodistas, uno del diario Perú 21 y otro de la revista Caretas.
Periodistas de INFOREGIÓN en la zona informaron que el ataque se produjo aproximadamente a la una de la tarde, cuando los tripulantes de la nave se alistaban a partir hacia la localidad de Sanabamba, distrito de San Miguel, tras realizar vuelos por las diferentes bases de Vizcatán.
Como se recuerda, en Sanabamba las huestes senderistas lideradas por el camarada “José” emboscaron y asesinaron a 15 soldados el pasado jueves santo.
Según fuentes confiables del Comando Especial del VRAE, fue en ese lugar donde se produjeron dos explosiones. Minutos después los soldados se percataron de que se trataba de disparos con lanzacohetes que estaban dirigidos hacia el helicóptero donde se encontraba el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.
Rápidamente los militares que resguardaban la nave comenzaron a realizar disparos a los lugares desde donde, presumiblemente, estaban dirigidos los disparos antiaéreos.
Felizmente, el cobarde atentado no produjo víctimas. Entre tanto, cuando los militares realizaron patrullajes para dar con el paradero de los senderistas, no encontraron a nadie, pues estos habían huido de la zona camuflándose en la agreste vegetación y haciendo uso de la experiencia en el conocimiento del terreno de acción del VRAE.
Testimonio periodístico
El periodista Daniel Yovera, de Perú 21, narra en su nota publicada el día de hoy en el referido medio que «Era la 1:30 de la tarde. De pronto, una explosión, primero, y un remezón de la nave, después, originó gritos de “¡al piso!” por parte de los oficiales. Hubo una segunda explosión y afuera solo se oían disparos de fusiles ametralladoras. Todo ocurrió en segundos.»
Indica que, tras los hechos, «El piloto del helicóptero inició un ascenso rápido y no se produjeron más disparos». Explica, asimismo, que los disparos de ametralladora que se escucharon provenían de los soldados de las Fuerzas Armadas quienes intentaban proteger la salida de la nave.
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