En un amplio informe, el diario colombiano El País da cuenta del negocio del narcotráfico en el Perú, precisando que mientras Sendero Luminoso se ha convertido en el ‘protector’ de los corredores de la droga al interior del país, son narcotraficantes colombianos y mexicanos los que reciben el producto en la Costa.
El periodista Daniel Suárez Pérez indica que, de acuerdo con la información que ha podido recabar, “en las áreas rurales los integrantes de Sendero Luminoso cobran ‘impuestos’ a los narcotraficantes, controlan los corredores de la hoja de coca y desde el 2008 han asesinado a 50 militares”.
Esta sería la primera parte del proceso de la exportación de la droga. La segunda estaría orientada a la recepción en la Costa antes de salir del país.
“Narcos colombianos y mexicanos compran los cargamentos en Lima y en las principales ciudades costeras peruanas, para ‘exportarlos’ por el Océano Pacífico en grandes cantidades”, indica, al tiempo de precisarse que “así funciona el negocio del narcotráfico en Perú”.
El medio refiere que en las últimas semanas Sendero Luminoso mató a dos militares y dejó heridos a seis, en dos ataques en el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE) y que la respuesta del Gobierno fue una prórroga de 60 días al estado de emergencia que regía desde hace un año en cuatro provincias de la región que comprende un área de 12.081 kilómetros cuadrados.
Comenta que “las áreas donde se cultiva la mayor cantidad de coca son el Alto Huallaga y el VRAE, sitios donde se radicaron los primeros miembros de Sendero Luminoso desde principios de los años ochenta, para establecer acuerdos de protección con los sembradores de coca y con el narcotráfico, y así financiar sus incursiones subversivas”.
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