La municipalidad provincial de Anta, en la región Cusco, iniciará una campaña que incluye plantar dos millones de árboles nativos, la cual se efectuará en noviembre próximo de la mano con la población civil, anunció Wilbert Rozas Beltrán, alcalde provincial en esta parte del país.
Señaló que este proyecto ha demandado una inversión de 250 mil nuevos soles, los cuales se han invertido en la organización del mismo, redistribución y captación de agua, mejoramiento y recuperación de suelos.
Del mismo modo, informó que, entre las especies nativas que se sembrarán hasta diciembre próximo, figuran el kolly, la k’euna, el molle, huarango y otras.
“La siembra de estos árboles permitirán la cosecha y siembra de agua, y, por ende, la recuperación de ríos, pues las plantas nativas son captadoras de agua y nutren el suelo”, explicó al indicar que los árboles se instalarán en los ocho distritos de Anta.
“Son árboles que se pueden utilizar en diferentes cosas porque, además, son maderables, pero lo más importante para nosotros es que nos ayudarán a preservar el medio ambiente, esto no será de inmediato debido a que para utilizar los árboles nativos tenemos que esperar entre 10 y 15 años”, agregó.
Participan comités ecológicos
En otro momento, Rozas Beltrán indicó que este proyecto se desarrolla de la mano con los Comités Ecológicos, en los cuales participa la población y los estudiantes.
Detalló que las comunidades se han preparado durante el año para llevar adelante este proyecto, pues se han organizado para preparar la tierra, saben cómo y cuánto les corresponde plantar a cada una, entre otros aspectos.
“Solo se sembrará hasta diciembre, porque después de esa temporada no es recomendable plantar nada debido a que los meses de enero, febrero y marzo se presentan las lluvias y son momentos en que se recuperan las plantas y es allí donde entramos a la sequía”, dijo.
La autoridad edil indicó que esta es la segunda vez que realizan una iniciativa de este tipo, pues en la primera campaña sembraron medio millón de árboles nativos.
En la provincia de Anta –dijo– ya se sienten los efectos del cambio climático, “y estos se traducen en que prácticamente han desaparecido los cuatro nevados que teníamos”.
“No tenemos nevados y el río que pasaba en medio de nuestra población ahora es una acequia, ante este panorama ahora nos toca (a los alcaldes) invertir no solo en fierro y cemento sino también en el cuidado de nuestro medio ambiente”, finalizó.
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