El segundo reporte del «Monitoreo de precios de hoja de coca y de derivados cocaínicos en Zonas Estratégicas de Intervención», publicado por la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), da cuenta que, si bien los precios de la hoja de coca y los derivados cocaínicos mantienen una tendencia decreciente desde inicios de la pandemia (enero), ente abril y mayo se reporta un ligero incremento en los precios promedio nacionales de la pasta básica de cocaína (3%) y el clorhidrato de cocaína (9%).
La hoja de coca, sin embargo, se mantiene en tendencia decreciente, ya que el promedio nacional se ha reducido en un 10% entre abril y mayo.
En parte, el incremento se debe al aumento de precios en La Convención – Kosñipata, así como en la Triple frontera, al ser las únicas zonas en las que los precios de la hoja de coca, de la PBC y de la cocaína han aumentado desde inicios de la pandemia. Por su parte, el Vraem muestra un ligero incremento de los precios de los derivados cocaínicos, aunque la hoja de coca se mantiene estable.
Según Rubén Vargas, presidente ejecutivo de Devida, el incremento de precios se debe principalmente a que el flujo de cocaína hacia el mercado europeo se mantiene activo. “Los reportes de las agencias internacionales señalan que la cocaína sigue recorriendo el atlántico para llegar por los principales puertos europeos.”, remarcó.
Agregó que este efecto se refleja en las zonas más porosas y difíciles de controlar, como la Triple Frontera. “Incluso durante esta pandemia son claros los efectos que tiene en nuestros territorios la demanda internacional de cocaína, especialmente de los países europeos”, acotó.
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