Con la participación de varios centenares de personas, entre niños, jóvenes y adultos, se realizó en Tingo María el pasacalle de la denominada Gran Misión Continental promovida por la Iglesia Católica y que tuvo como finalidad renovar la fe y la religiosidad frente a los problemas de la violencia y a la deshumanización del mundo.
Portando pancartas y entonando canciones con alegría, la gente que participó en la actividad llenó las avenidas Raimondi y Tito Jaime y se dirigió por las diferentes calles de Tingo María llevando un mensaje de esperanza y paz.
En ese marco, la población se mostró contraria a la delincuencia, el terrorismo y el narcotráfico, lacras que afectan la tranquilidad del Alto Huallaga.
El sacerdote Kiko Flores Satalaya, párroco de Tingo María, explicó que la marcha se dio a pedido del Papa Benedicto XVI, quien envió un mensaje a las autoridades religiosas promoviendo la participación masiva de los católicos en actos públicos que expresen su inclusión en la fe.
“La Gran Misión Continental no es otra cosa que el asumir la condición de hijos de Dios y anunciadores de la palabra de amor que Cristo ofrece. El mundo se encuentra en crisis porque nos estamos alejando de Dios, de Cristo y entonces cabe asumir la condición de discípulos y misioneros de Jesucristo para reafirmar y mover la fe de los católicos”, sostuvo.
Y agregó: “Realmente no esperaba esa respuesta multitudinaria. Con ello la gente dijo que quiere vivir en paz y ser solidaria. Le ha declarado un rotundo NO a la violencia y se ha rescatado el mensaje de que todos seamos hermanos”.
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