Como parte del Primer Encuentro Nacional sobre Trata y Tráfico de Personas, se establecieron importantes intercambios de conocimientos, experiencia y establecimiento de compromisos entre las organizaciones asistentes representadas por más de 240 participantes de 15 regiones del país como Loreto, Tumbes, La Libertad, Piura, Cajamarca, San Martín, Ayacucho, Cusco, Madre de Dios, Junín, Arequipa, Lima, Ica, Huánuco, Ancash .
Durante el evento, se discutieron múltiples aspectos de la trata de personas en 17 paneles y exposiciones magistrales, contando con la participación de más de 60 expertos, comentaristas y moderadores nacionales, así como invitados de 10 países como Reino Unido, Colombia, Ecuador, Guatemala, Argentina, Estados Unidos, Chile, México, Países Bajos y Bolivia.
Hubo además un intento de sensibilizar a la comunidad universitaria a través de un acto cultural y el cubrimiento por parte de la prensa nacional e internacional, mostrando al país y al mundo el compromiso de los peruanos en la protección de los derechos humanos; además de lograr una estrechar alianzas y vínculos entre múltiples operadores del ámbito de la lucha contra la trata de personas.
De esta manera, en conclusiones emitidas al finalizar el encuentro, se ha constatado que, a pesar de los importantes avances normativos e institucionales, subsisten barreras de acceso a la justicia, especialmente de las víctimas menores de edad, tanto por factores geográficos, falta de formación del operador, corrupción o ausencia de mecanismos legales para la denuncia y restitución de sus derechos, incluyendo el derecho de exigir representación legal y un tratamiento acorde a estándares de derechos humanos.
Por otro lado, en el ámbito de la institucionalidad, se constata que subsiste la desarticulación entre las organizaciones públicas y privadas, especialmente para la concreción de las políticas públicas en el campo de la trata de personas. No obstante, algunas buenas prácticas en el campo de la asistencia y protección a las víctimas, demuestran que es posible articularse con éxito.
Por esto, las organizaciones regionales demandan una real voluntad política en los tres niveles de gobierno, para concretar los fines para los cuales han sido creadas.
La trata de personas en América Latina es una problemática compleja y dinámica y se esconde tras actividades económicas formales e informales. En ese sentido, rastrear el origen de las cadenas productivas puede ser una herramienta importante para identificar el delito y reconocer a las víctimas, asegura el documento al que accedió Inforegión.
El encuentro se desarrolló en el campus de la Pontificia Universidad Católica del Perú, el 11 de octubre y significó la primera reunión nacional de mesas, redes y veedurías regionales.
Los organizadores del evento fueron el Comité Responsable de la organización del Primer Encuentro Nacional sobre Trata y Tráfico de Personas, integrado por Capital Humano y Social Alternativo; la Dirección Académica de Responsabilidad Social e Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú; la Comisión Andina de Juristas, Pastoral de la Movilidad Humana, Tejiendo Sonrisas y Teatrovivo.