CUSCO. El Santuario Histórico de Machupicchu, declarado patrimonio mundial por la Unesco y que alberga a la ciudadela inca, cumple hoy 42 años como Área Natural Protegida por el Estado. En esa línea, ciudadanos, como Berni Espinoza, quien vive en el distrito ubicado en la provincia de Urubamba, destaca los esfuerzos del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) para establecer el diálogo con la población local, impulsado a través de su representante, el biólogo Ernesto Escalante Valencia, jefe a cargo del patrimonio nacional.
“Antes, no había intención de entrar a conversar y viabilizar la convivencia de cada poblador, los anteriores jefes no permitían que esto suceda. Ahora, en vez de prohibirnos cualquier cosa, nos orientan acerca de cómo podemos trabajar, sin perjudicar la estabilidad ambiental del santuario. Proteger y conservar de la mano con el poblador local ha hecho que tengamos un mejor concepto sobre el Sernanp”, señaló Espinoza.
El área natural de Machupicchu ocupa 34 mil hectáreas, donde viven alrededor de cinco mil habitantes. Espinoza reside en el sector Puente Ruinas, la puerta de acceso turístico a la maravilla del mundo. Sin embargo, pese a que, la ubicación geográfica representa para los ciudadanos machupiccheños una oportunidad de crecimiento económico, esta no siempre fue vista así.
“Antes cuando poníamos un pequeño emprendimiento, venía el Sernanp y traía a la Fiscalía y te iniciaba un proceso judicial con el Estado, y como familias campesinas no tenemos la solidez económica para afrontar algo así, entonces recurríamos a sacar el negocio y a seguir viviendo en la precariedad”, relató el comunero machupiccheño y trabajador en actividades de turismo.
No obstante, hoy en día, el trabajo conjunto entre el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado y la población del distrito está contribuyendo en mejorar la viabilidad de la gestión de proyectos sostenibles autónomos y gestionados por los mismos ciudadanos, gracias al asesoramiento en conservación del patrimonio natural.
“[El Sernanp] nos han capacitado en cómo proteger el medio ambiente, el tratamiento de los residuos sólidos y orgánicos, si tenemos la necesidad de utilizar alguna especie de árbol y su madera, nos explican cómo debemos hacerlo, en favor de la protección del santuario y las comunidades”, indicó.
Por su lado, Ernesto Escalante Valencia, especialista biólogo en áreas naturales protegidas, también conversó con Inforegión para dar a conocer la importancia de este compromiso con la población, el Santuario Histórico Machupicchu y el Estado, así como los retos que aún quedan por resolver, más allá de cuidar el sitio arqueológico.
“En temas de gobernanza uno de los retos más grandes que tenemos es sentarnos todas las autoridades y tener una visión en común. Por un lado, Mincetur [Ministerio de Comercio Exterior y Turismo] promueve el patrimonio turístico y nosotros como Sernanp damos una mirada más integral, y es una tarea grande de las autoridades ver un poco más que Machupicchu, son más de 30 mil hectáreas”, afirma el jefe del Sernanp, a cargo del santuario.
La Llaqta de Machupicchu es uno de los 60 monumentos arqueológicos que alberga el Santuario histórico. Durante la entrevista con este medio, Escalante enfatizó que es importante descentralizar el turismo en el distrito y continuar trabajando en que la población local cuente con las herramientas necesarias para desarrollar proyectos turísticos de conservación.
“Los propios pobladores deben sentir el beneficio económico directo, entonces nosotros, como Sernanp, estamos haciendo un nexo entre la empresa que lleva al turista y la población local. Para ello, se está trabajando, por ejemplo, la propuesta de creación de la reserva biósfera Machupicchu – Choquequirao, con el área natural protegida de aproximadamente de un millón de hectáreas. Cerca de 200 mil personas podrían beneficiarse directamente”, reveló el biólogo peruano.
En ese sentido, el ciudadano machupiccheño Berni Espinoza remarcó la importancia de continuar fortaleciendo la comunicación entre el Sernanp y el gobierno regional y el local. Esto con el fin de priorizar también las demandas históricas que aún tiene el distrito, las cuales esperan se prioricen con la gestión de Elvis La Torre, alcalde reelecto en el municipio.
“Necesitamos trabajar en un proyecto de formalización de las propiedades que tenemos acá los vecinos o posesiones que hay dentro de nuestras comunidades, que afecta a todo el distrito. En cuanto a servicios básicos carecemos de todo. No tenemos agua potable, saneamiento básico, electrificación, infraestructura ni sistemas de comunicación. Todo lo que tenemos acá es por el esfuerzo y trabajo de cada vecino”, concluyó Espinoza.