SAN MARTÍN. Durante toda esta semana, el Gobierno Regional San Martín (Goresam), mediante el Proyecto Especial Huallaga Central y Bajo Mayo (PEHCBM), brindó apoyo institucional al Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP), mediante la injertación de la especie forestal manchinga en la parcela del agricultor Hugo Vásquez, en el distrito de Pucacaca y en las propias instalaciones del IIAP, en Morales.
Este apoyo institucional se ejecutó en el marco del proyecto «Fortalecimiento de los sistemas de producción familiar y la generación de ingresos en la lucha contra la COVID-19 y hambre cero en zonas vulnerables», que ejecuta la citada institución de investigación científica y tecnológica, para lo cual el PEHCBM dispuso de dos técnicos forestales de la Dirección de Medio Ambiente que realizaron las labores de injertación, tanto en campo definitivo como en maceteros.
Dennis del Castillo Torres, director de investigaciones del IIAP, agradeció la predisposición del Goresam por haberles proporcionado los técnicos especialistas en labores de injertación, toda vez que estos trabajos podrán ser replicados entre los agricultores que se muestren interesados en producir la manchinga, una especie cuyo fruto es utilizado en la alimentación, mientras que su resina es aprovechada para temas de salud, entre ellas el tratamiento del reumatismo.
Del Castillo Torres, doctor en ciencias agronómicas con más de veinte años de experiencia implementando proyectos integrales de desarrollo rural, señaló que la manchinga es la planta del futuro, razón por la cual se vienen haciendo las investigaciones científicas necesarias para que su desarrollo y producción pueda acelerarse un poco más, siendo injertación uno de los procesos que se viene aplicando para ello.
Por su parte, Napoleón Cachique Rodríguez, técnico especialista en injertación de todo tipo de especies agroforestales del PEHCBM, dijo que estas labores se realizaron tanto en la parcela del agricultor Hugo Vásquez, ubicada en los bosques secos del distrito de Pucacaca, como también en las instalaciones del IIAP, en Morales, para lo cual se aplicaron cinco técnicas de injertación, las cuales se espera puedan dar sus frutos en un periodo mínimo de tres años.