Muchos pobladores de la región San Martín saben que adaptarse al cambio climático da satisfacciones y puede costar únicamente un sol al mes. Así lo hicieron conocer durante la Audiencia sobre Cambio Climático desarrollada por El Comercio en convenio con el Programa de las Naciones Unidas por el Desarrollo, en Tarapoto, el 21 de junio.
Josefa Mejía, miembro del comité gestor de iniciativas públicas y privadas de servicios ecosistémicos de Moyobamba, contó que hace tres años en la citada provincia, los pobladores pagan un sol adicional al mes en sus recibos de agua para reforestar la cuenca.
El dinero obtenido se invierte en la reforestación de las nacientes y fajas marginales de las microcuencas Mishquiyacu, Rumiyacu y Almendra del Alto Mayo, con la participación de la población de la zona.
La Empresa de Saneamiento (EPS) Moyobamba S.R.L. tiene un vivero agroforestal ubicado en la planta de tratamiento. Así se asegura agua de calidad y la protección del bosque.
“Es más costoso asumir medidas de mitigación que de adaptación”, acotó Ulderico Fasanando Ramírez, vecino de la Banda de Shilcayo.
“El agua debe ser usada en forma racional. Es necesario dejar de lado cultivos como el arroz, que impiden la rotación, derrochan y contaminan el agua debido a los plaguicidas que usan”, comentó Jorge Eduardo López Valles, vecino de Tarapoto.
César Chappa Santa María, docente de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional San Martín, agregó que el monocultivo del arroz contamina más de 2 mil millones de metros cúbicos de agua, volumen que va hacia los ríos mayores.
Chappa informó que la universidad ha desarrollado propuestas de sistemas amigables con el ambiente, como el silvopastoril. Este permite el cultivo de plantas para el forraje de los animales que extraen el agua de capas profundas de la tierra y protegen los suelos.
Otra iniciativa digna de imitarse es la producción de ladrillos de cáscara de coco y de arroz en la región para reemplazar el carbón, que se obtiene de la quema de especies forestales valiosas y sirve como combustible. Lo informó Patricia Porras, de la Autoridad Regional Ambiental.
El modelo de gestión de conservación de los bosques, el suelo y el agua de Moyobamba fue tomado como referencia para elaborar la propuesta de una ley.
Se trata del proyecto de ley de compensación de servicios ecosistémicos, aprobado por el Congreso el 5 de junio, que permitiría la conservación de otras cuencas (El Comercio/EFT).