Las dos caras de una triste realidad. A muy poca distancia del yacimiento gasífero Camisea, el más importante del Perú, y el que genera millones de dólares de rentabilidad, sobreviven como pueden unos indígenas integrantes de la comunidad matsiguenga.
Puerto Huallana, Mallapo y Camaná son los lugares del Bajo Urubamba (Cusco) en donde vive esta comunidad que registra altos niveles de afectación a su salud a causa de la malaria, parasitosis intestinal y tuberculosis, entre otras enfermedades. Paradójicamente, solo hay una posta médica para atender a dos mil matsiguengas.
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