En una polémica decisión, la Sala Penal Nacional de Perú absolvió hoy a siete ex altos mandos del Ejército Peruano acusados de la desaparición forzada de tres personas en 1990, cuando ocupaban los puestos mas importantes del denominado Frente Huallaga y el Batallón Contra Subversivo 313 “Los Laureles” de Tingo María.
Entre los militares absueltos se encuentran los generales Mario Brito y Oswaldo Hanke, los coroneles Jesús del Carpio y Mario Salazar, y el entonces jefe del Batallón Contra Subversivo 313 “Los Laureles” de Tingo María, el general Miguel Rojas.
En la sentencia, los miembros de la Sala Penal precisaron que no se contaba con las pruebas suficientes para dictar la culpabilidad de los acusados, que en 1990, en plena época de violencia política en el país, ocupaban los puestos más importantes del Frente Huallaga.
Los militares eran procesados por la desaparición entre mayo y noviembre de ese año, de Esaú Cajas Julca, Samuel Ramos Diego y Jesús Liceti Mego.
La acusación trató de demostrar que la muerte de Cajas, Ramos y Liceti, no constituyó un hecho aislado ni fue ejecutado por un grupo paramilitar como “Colina” sino que formó parte de una política de lucha antisubversiva, ejecutada por unidades regulares del ejército y por tanto, había una responsabilidad por “autoría medita” de los jefes militares.
Tras la lectura de la sentencia, la defensa de las víctimas presentó de inmediato un recurso de nulidad para que el veredicto sea revisado por la Corte Suprema y pedido similar realizó la fiscalía.
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