En el reino vegetal no son muchas las especies que sirven de escenario para el desarrollo de muchas especies de vida. Y en el caso del mangle blanco (Laguncularia racemosa) la situación es exactamente así. Bajo su espacio se desarrollan especies de la fauna silvestre que dependen de sus peculiares características que luego revisaremos. La importancia del mangle blanco no se detiene allí. Esta especie es útil para el ser humano, sin embargo muchas veces no hemos hecho uso de ella de modo sostenible.
Y lo paradójica de esta situación es que a pesar de su importancia, la actividad humana ha venido atentando contra esta especie vegetal tan emblemática sobre todo del norte peruano. Antaño, la extensión del área en que era apreciada esta planta era considerable, pero la actividad humana la fue reduciendo. Hay iniciativas que se han implementado para revertir esto. Conozcamos pues un poco más de la realidad de esta noble planta.
El mangle blanco se caracteriza por tener ramas largas, las cuales se entrelazan con sus raíces externas, formando los conocidos manglares presentes en estuarios y zonas costeras de latitudes tropicales. Se la ve crecer en forma de arbusto o de árbol. Los árboles del mangle blanco se caracterizan por medir aproximadamente 15 metros de alto y presentar raíces zancudas. La madera de esta planta es moderadamente pesada, pero no muy duradera.
El mangle blanco es una especie arbórea de crecimiento moderadamente rápido, que pertenece a la familia Combretaceae. Se trata de una planta que habita en los manglares desde el sur de la Florida, en los Estados Unidos, hasta sur del Brasil y el norte del Perú, concretamente en el departamento de Tumbes. Se ha reportado que esta especie de mangle se encuentra también en las costas del oeste del África.
Importancia
Es sabido que el mangle blanco es un árbol muy importante para los ecosistemas marinos. Básicamente su importancia radica en que esta planta es capaz de proveer refugio y alimentación a la fauna variada (aves, peces, cangrejos, etc) que crece en los ambientes costeros del norte peruano. Además, es una planta que contribuye a la restauración de los ecosistemas de manglares, dado a su capacidad adaptativa y de rápido crecimiento.
Además, los manglares son potenciales e importantes áreas para el turismo, la investigación científica, el desarrollo de campañas de sensibilización pública y la educación ambiental. Cuando uno visita el extremo costero norte del Perú, es inevitable relacionar esta tierra fértil con sus delicias culinarias. Es por eso que salta casi inmediatamente un cebiche de conchas negras, de langostinos o algún plato con cangrejos.
En general, los manglares son los únicos bosques del mundo que representan una suerte de muro natural que hace frente a las tormentas. Si los manglares desaparecieran, las comunidades cercanas también se quedarían sin una de las barreras de protección para mitigar la erosión del suelo.
Los manglares aportan beneficios socioeconómicos de manera indirecta, según la FAO. Se ha demostrado que las prácticas de pesca tienen un mejor rendimiento si se realizan en ambientes no perturbados. Así pues, se ha estimado que puede haber una ganancia de aproximadamente 126 dólares/ha/año, si la pesca se realiza en ambientes poblados por manglares. Un rendimiento similar se puede obtener para la industria de los mariscos.
En una situación contraria, se ha calculado que la pesca pierde unos US$ 100 000 por año si los ecosistemas de manglar son perturbados. Esto conduce a la conclusión de que las prácticas de restauración resultan más económicas que seguir explotando los ambientes perturbados. Bajo uso sostenible, esta planta es usada como fuente de madera para la población local. La infusión de corteza de este mangle es usada por los pobladores como astringente y como tónico.
Amenazas
Una amenaza persistente contra los manglares en Tumbes es la deforestación causada por la instalación de los criaderos de langostinos. Aquí cabe citar que por esta causa es que el espacio que poseían estas plantas fue reduciéndose. Antaño, el espacio cubierto por estas plantas abarcaba nada menos que 28 mil hectáreas en el norte de nuestras costas. A raíz de un esfuerzo de conservación es que el Santuario Nacional Los Manglares de Tumbes protege 2972 hectáreas.
Otra amenaza contra esta planta es la modificación del curso natural de los cuerpos de agua. Allí también se ven afectadas en su desarrollo de manera notable.
Iniciativas para su conservación
En la zona más septentrional de la costa peruana hallamos el Santuario Nacional Los Manglares de Tumbes. Su área se extiende en el distrito y provincia de Zarumilla. El espacio protegido tiene una extensión de 2972 hectáreas y fue creado el 2 de marzo de 1988 mediante decreto supremo N°018-88-AG. Su fin es proteger el bosque de manglar, así como a las especies que esta planta alberga. En el 2016 la Unesco incluyó al Santuario Nacional Manglares de Tumbes como Zona Núcleo de la Reserva de Biósfera Noroeste Amotapes-Manglares.
Además del mangle blanco, en esta área hallamos al rojo (Rhizophora mangle), el colorado (Rhizophora harrisonii), el salado (Avicennia germinans) y el piña (Conocarpus erectus), así como otras 40 variedades botánicas. Estos manglares son el hábitat apropiado, y en muchos casos único, para una vasta gama de especies. También encontramos más de 200 especies de aves -muchas únicas y en peligro de extinción-, como garzas o el ave fragata y mamíferos de distribución restringida y en situación rara o amenazada, como el perro conchero, la nutria del noroeste y el cocodrilo americano.
Este año se realizó el «XXV Festival del Manglar – Villa Puerto Pizarro»; que realiza esa localidad norteña. El pasado 27 de setiembre se realizaron actividades con la presencia de autoridades tumbesinas y organizaciones locales. Esta celebración comprende actividades culturales, recreativas, gastronómicas, artísticas, promoción turística y de sensibilización social sobre la importancia de esta planta. Las actividades se hicieron en el Marco del Día Mundial del Turismo. Cabe citar que este festival ha sido institucionalizado en esta localidad tumbesina en el 1996.
Desde hace algunos años está en marcha la Iniciativa Pesquerías Costeras, liderada por el Ministerio del Ambiente (Minam) del Perú y Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca, de Ecuador, con el soporte técnico del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). El proyecto trabaja directamente con las comunidades que protegen los manglares y realiza campañas de sensibilización para el respeto de las vedas y las tallas mínimas establecidas por ambos países limítrofes para las especies que habitan los manglares.
Fuente: Lidefer.com, Sernanp, Wikipedia, Andina
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