Hablamos del ave más grande de nuestro país y del continente por sus dimensiones. El suri (Rhea pennata) es una especie amenazada de extinción categorizada como “en peligro crítico”. Mide entre 93 y 155 centímetros de altura y habita en los departamentos de Puno, Tacna y Moquegua. En Puno se distribuye en los distritos de Capazo, Masocruz, Pisacoma, San Antonio, Pichacani y Acora. Se le puede hallar también en Argentina, Bolivia y Chile.
Esta ave también es conocida como «ñandú andino». Se trata de un ave corredora puede llegar a vivir unos 30 años. Su hábitat se encuentra en las zonas frías de nuestros Andes, más allá de los 4500 m.s.n.m. Su alimentación se basa en pastos, insectos, y pequeños roedores y reptiles. Puede llegar a pesar entre 25 a 30 kilos. Su velocidad en la carrera le permite alcanzar los 60 k/h. Su plumaje oscila entre el gris pardo al castaño con manchas blancas.
El macho se distingue por la cantidad de plumaje, que es mayor a la de la hembra que le da una apariencia de mayor estatura. En época de reproducción, el macho tiene las plumas del costado del cuerpo muy largas (casi arrastrándolas por el suelo). Además, es el encargado de la incubación y la crianza. Durante la incubación, esta ave abandona el nido cuando se siente acosado y es agresivo durante la cría.
Según el último censo realizado en el año 2016, en nuestro país existen 350 suris (en Puno hay 112 ejemplares). La cifra revela una disminución de su población a comparación del censo realizado en el 2008 donde se registraron 447 ejemplares. Ello se debe a las diferentes amenazas que afronta como la caza furtiva, la recolección de huevos (para consumo personal, medicinal y artesanías), la disminución y fragmentación de su hábitat, entre otros.
Desgraciadamente, el suri no es la única ave amenazada en nuestro país. El «Libro Rojo de la Fauna Silvestre Amenazada del Perú», elaborado por el Serfor, muestra a otras aves en el mismo estado de peligro: la pava aliblanca (Penelope albipennis), el albatros de las Galápagos (Phoebastria irrorata), el Paujil del Sira (Pauxi koepckeae), el Zambullidor de Junín (Podiceps taczanowskii), la perlita de Iquitos (Polioptila clementsi), el petrel de las Galapagos (Pterodroma phaeopygia).
Para concientizar a la colectividad en general sobre la importancia de conservar esta especie, el Banco Central de Reserva (BCR) puso en circulación la sétima moneda de un sol esta vez alusiva al suri como parte de la serie numismática “Fauna Silvestre Amenazada del Perú”.
El lanzamiento se realizó el pasado 17 de diciembre del 2018. La imagen del animal se observa en el reverso de la moneda, en la parte central.
A fines del año pasado, Grover Idme Hañari, administrador técnico de Serfor Puno, informó que en el marco de la implementación del Plan Nacional para la Conservación del Suri 2015- 2020, se efectuaron dos investigaciones en los distritos puneños de Capaso y Santa Rosa de Mazocruz. Los estudios se basaron en la superficie, características y distribución geográfica de los diferentes tipos de cobertura vegetal existente en el hábitat del suri.
En vista que la mayor parte de la población de suris se encuentra en Puno, se instó al Gobierno Regional de dicha jurisdicción a priorizar la implementación de los 18 sitios prioritarios para la conservación aprobada en el 2015 principalmente el Sitio Prioritario 13 Lagunas Altoandinas, área en la que se registra el hábitat de esta ave.
La conservación del suri es pues una tarea a seguir implementando ya que se trata de un animal que forma parte del patrimonio nacional. De las medidas gubernamentales y de la toma de conciencia ciudadana dependerá que este magnífico animal silvestre siga compartiendo sus días en nuestra amada patria.